Nuestros esfuerzos colectivos se centraron en abordar una laguna crítica en la concienciación sobre la salud mental, en particular la ansiedad, dentro de las instituciones de Educación Superior (ES) en toda Europa.
Nuestro proyecto reconoce la falta de pruebas suficientes que respalden las buenas prácticas, políticas e iniciativas a nivel nacional o regional para abordar eficazmente los problemas de salud mental en las instituciones de ES.
💡 Identificación y análisis de las necesidades
Para colmar esta laguna, iniciamos el primer paquete de trabajo, que conllevaba una exhaustiva Identificación y Análisis de Necesidades. A través de este proceso, examinamos las prácticas, políticas e iniciativas existentes en Polonia, Chipre, Irlanda, España y Grecia, a la vez que considerábamos las necesidades y retos únicos a los que se enfrentan las instituciones de ES. Nuestro objetivo era obtener una comprensión global del estado actual de la concienciación sobre la salud mental y la gestión de la ansiedad en el contexto europeo.
📄 Guía de buenas prácticas
Nuestro esfuerzo de colaboración culminó en la creación de unas Directrices de Buenas Prácticas, un resultado vital del proyecto que servirá de hoja de ruta para abordar los problemas de salud mental en las instituciones de ES. La elaboración de estas directrices contó con la participación activa y las aportaciones de todos los socios del proyecto, lo que garantizó que se tuvieran en cuenta diversas perspectivas y experiencias.
En resumen, los pasos clave de este proceso fueron los siguientes:
- Identificación y análisis de necesidades: Un examen exhaustivo de las prácticas, políticas e iniciativas existentes relacionadas con la concienciación sobre la salud mental y la gestión de la ansiedad en las instituciones de ES.
- Redacción de las directrices de buenas prácticas: A partir de la información obtenida de la evaluación de necesidades, se redactaron las directrices que constituirán la base del impacto de nuestro proyecto.
- Revisión final de las directrices de buenas prácticas por parte de todos los socios: Un esfuerzo de colaboración para perfeccionar y mejorar las directrices, incorporando las valiosas perspectivas de todos los socios del proyecto.
- Finalización y diseño de las directrices de buenas prácticas: Etapa final en la que las directrices se pulieron y presentaron de forma cohesionada, listas para su difusión y aplicación.
La finalización de estas etapas cruciales marca un hito importante, y estamos impacientes por ser testigos del impacto de nuestros esfuerzos colectivos en la concienciación sobre la salud mental en las instituciones de enseñanza superior.